"Fotógrafo convierte en top models a peatones comunes y corrientes ". Ese fue el título del artículo de LasUltimas Noticias sobre el lanzamiento de "Chilean Beauty", el libro de fotografías de Juan Diego Santa Cruz.
Más que un intento criollo de "Extreme makeover" o alguna otra empresa similar (como pudiera desprenderse del títular de LUN), este conjunto de imágenes es un testimonio que da cuenta de la variedad fisonómica de Chile, una diversidad quizás sólo comparable con la de nuestra ecléctica y "tuti-fruti" geografía.
Las 42 imágenes del libro, tomadas por Santa Cruz entre julio de 2004 y octubre del año pasado, fueron escogidas de entre un total cercano a las 250 que sacó el fotógrafo para su publicación en "The Clinic" (en la sección que llevaba el mismo nombre que el libro), las que fueron capturadas en diferentes lugares públicos de la capital, quitándole en rigor algo de veracidad al título (pero bueno, centralizar es lo más chileno que hay, así es que no hay para que ser tan inflexibles con el detalle).
Son fotografías reveladoras, honestas, cargadas de significado dentro de una aparente simpleza y pulcritud. Y son, también, muy pero muy parecidas a la serie "In the american west" del fallecido fotógrafo Richard Avedon.
Sus imágenes y las de Santa Cruz son, no sólo en su presentación, sino también en su proceso de gestación, gemelos prácticamente univitelinos, monocigóticos, o como dice el buen cliché "como dos gotitas de agua".
Tal como si fuera la mejor teleserie venezolana, la obra gemela de la de Avedon sale a la luz 22 años después que su hermana pionera. ¿Vendrá a vengarla, a confundir su entorno, a quedarse con su gloria o a evitar su olvido? quien sabe, pero se viste igual, de lienzo albísimo y en contrastante blanco y negro. Dialoga con el lector de modo similar. Aunque su apariencia es ligeramente distinta, sus métodos son básicamente iguales. Su surgimiento, entre conversaciones e intentos de distención, es muy parecido y hasta las declaraciones de sus "padres", chochos con su nuevo retoño, aunque con más de dos décadas y varios kilómetros de distancia entremedio parecen homófonas.
Venevisión pudo haberlo intentado muchas veces con Abigail, Rubí, Topacio y todas sus otras amnésicas heroínas con nombre de gema. Así y todo no ha llegado a gestar aún un culebrón tan misterioso e intrigante como el de estas novedosas fotografías que con un pie en la actualidad, revisitan una obra pasada.
Pese a su excelente factura, es este intento de gemelos separados al nacer, clonados, fotocopiados, criogenizados o lo que sea, el que, aunque resulta en un producto atractivo, le quita algo de mística al cuento. Y de beauty.
Pero también por otra parte, todo lo que es la "copia-homenaje", le agrega requete harto de chilean.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment