Wednesday, September 07, 2005

"All these things that I've done": The Killers, Raquel Welch,With or without you, Tombstone...y Anton Corbijn Posted by Picasa

Killing Anton Corbijn

Hace algunos días , mi televisor fue escenario de la lucha entre unas amazonas estilo Raquel Welch/Jane Fonda (antes de las manifestaciones y los videos de ejercicios) y un cuarteto de vaqueros como sacados de "Tombstone" (pero sin haber comido en unos tres días).
Como mirar es gratis, relevé a mi pulgar de su puesto en el control remoto.

En un mohoso blanco y negro las chiquillas les daban cancha tiro y lado a estos "hombrecitos" que venían a enfrentarlas en lo que era una cruza entre pueblo del oeste y estudio cinematográfico abandonado...

Qué susto encontrarse con este club de Lulú, que con trencitas y todo van dando de baja uno a uno a los Wyatt Earp de MTV. Y a lo que es "boomerangazo", que debe doler mucho...y más encima con un boomerang baboseado, cosa que si no mueren por el golpe, sea por la hepatitis (qué gente más pésima!!).

Lejos las mujeres más malas, frías y calculadoras (y escarmenadas, hay que decirlo) que hace mucho tiempo había visto en la televisión. (Creo que desde "Alexis Carrington" que no hay pérfidas tan "malas de adentro")

The Killers: I wanna shine on, in the hearts of men...

Algo extraño tenía el video. Cada imagen parecía una postal, ya sea por lo interesante, lo curiosa, bien compuesta o extraña, dependiendo del caso.

Sin tener ninguna relación (al mkenos asi creí yo) se me viene a la mente "Strange Currencies" de REM, sobre todo la parte en que un niño abre las alas de una paloma y la muestra a la cámara mientras es iluminado por los focos de un auto que pasa.

Michael Stipe: Just to fool myself, to catch myself, to make it real, real... (perdíon, fue una interferencia cerebral)

Hay algo compartido de ese gusto nostálgico, solitario y al mismo tiempo terriblemente estético que impide dejar de mirar lo que sucede.

The Killers: is changing, but aint changing me, the cold hearted boy I used to be...

En el modo de abordar los espacios tiene un parecido a esa sesión de fotos de U2 en el desierto (cuando Bono usaba colita y The Edge no se sacaba el sombrero por nada)...

The Killers: I got soul but Im not a soldier...

En ese sentido, también hay algo de "Enjoy the Silence" de Depeche mode, ese video donde el rey pasea por unos paisajes inmensos con su silla al hombro...

The Killers: Help me out, you now, you gotta help me out...

Estaba totalmente pegada con el video. De hecho, me pareció larguísimo, pero creo que tiene que ver con la cantidad de referencias que se me cruzaban por la cabeza...Y por otra parte, la canción estaba buenísima, con un estilo más rockero, un sonido más clásico que "Mr Brightside", su single anterior.

The Killers: When everyone is lost, the battle is won...

En relación a eso, el manejo de batería en ocasiones también parece un guiño a "With or without you" de U2 (que ahora estoy escuchando y hay algo similar en la parte de "and you give yourself away...") .

De hecho, también comparte una progresión similar a la canción de los irlandeses, ese desarrollo de la canción como un latido que se acelera hasta terminar en una taquicardia, estertores, una especie de preinfarto y finalmente, silencio.

The Killers: If you can't hold on, hold on...

Por fin aparecen las tan esperadas letritas blancas con la ficha clínica del video. Ahora tiene sentido esta molestísima interferencia cerebral que me "tartamudeó" la cabeza por infinitos cinco minutos...

El director es Anton Corbijn, fotógrafo reconocido y autor (obvio!!!como no lo pensé antes??) no sólo de este vídeo, sino de "Heart Shaped Box" de Nirvana, "Strange Currencies" de REM, "Strangelove" y "Enjoy the Silence" de Depeche Mode, "One" de U2, "Hero of the Day" de Metallica y muchísimos más de esos clásicos, que por asunto de espacio no citaré aquí. O sea clásicos-clásicos, pesos pesados.

Este es el hombre. El mismo que tomó las mencionadas fotografías de U2 en el desierto y la carátula de "Devils and Dust" el último disco de Bruce Springsteen...en fin, un verdadero genio del mundo de la música que no ha tenido la necesidad de agarrar una guitarra en su vida, para ganarse un lugar privilegiado.

...Y es el autor del último video de The Killers, "All these things that I've done". ese donde las malas siempre ganan...

http://www.corbijn.co.uk/

Wednesday, June 29, 2005

El torso de Adele Posted by Hello

Adele, reina de la farándula

Hace quince días aproximadamente, una nueva figura femenina irrumpió en las portadas de los matutinos nacionales con bombos y platillos. Sin mucho que hablar, pero con un cuerpo firme y "hecho a mano" Adele hizo su breve pero contundente entrada triunfal en los noticieros, programas radiales, diarios y cualquier conversación familiar de domingo tipo cuatro de la tarde.

¿Quién es esta recién llegada?. Adele (asi con la E bien pronunciada, como la "bautizó" en televisión un funcionario de investigaciones) que, como toda figura del jet set nacional que se precie de tal, se hizo conocida a través de un escándalo.

Fue cuasi secuestrada por un período poco más largo que un suspiro, causando conmoción, pánico y una palidez impactante entre quienes la hospedaban durante su visita a Chile. En un abrir y cerrar de ojos un héroe la encontró sana y salva, y en un extraño giro de la historia, terminó siendo que el hombre era realmente su captor.

Desde las teleseries de Grecia Colmenares que no se veía tanta maraña junta (y de forma tan pública) . El afiebrado, flacuchento y algo cleptómano Batman criollo, tras capturarla (y aparecer la noticia hasta en los diarios de vida) se sintió corroído por la culpa, apresuradamente inventó una excusa inverosímil y dejó en libertad a la sufrida Adele.

Por culpa de esta fémina, Milan Ivelic se auto-mechoneó incontables noches, el gobierno francés acabó con la reserva mundial de Panadol y el Consejo Nacional de la Cultura pidió la construcción de una mesa gigante para meterse debajo y esconder su verguenza para siempre, al tiempo que hasta el barrendero contaba cuando le robaron su monito de plasticina en el kinder...

Asi Adele pasó de ser una figura importante a protagonista de primera línea, llegando a ocupar brevemente esos espacios donde tradicionalmente sólo algunas divas del solarium como Daniella y Carlita pueden reinar.

Las Ultimas, La Cuarta, El Mercurio...Todos se peleaban por una foto de Adele, todos querían saber si gozaba de buena salud, si estaba en estado de shock, sus admiradores eran entrevistados en todas partes y todo el mundo tenía algún comentario que hacer sobre el caso de la señorita A.

Nadie preguntaba por los detalles ardientes de "El beso", ni por las polémicas dudas de "El pensador"...sólo existía ella, la codiciada mujer por la que un país entero se sentía avergonzado y tercermundista.

El fin de semana del retorno de Adele, cerca de 12 mil vistitantes quisieron estar a su lado en el Museo Nacional de Bellas Artes, pero pese a las buenas intenciones, aparentemente ninguno había leído el diario cuidadosamente: la belleza gala estaba en período de observación para corroborar que no hubiera sufrido ningún daño después de los impactantes incidentes.

Y todo pasó. En algunos días, los medios olvidaron a Adele (tal como pasó antes con Denisse, Karen y hasta el mismísimo Maluenda). Pero, pese a su breve reinado, la francesita hija de Rodin sigue en los corazones de aquellos que, aunque saben que ya no se la puede ver, siguen visitando a sus colegas para vislumbrar algo más sobre esta mujer que sin duda, es más que sólo un cuerpo bonito.

Auguste Rodin, Retrospectiva: 62 esculturas, 30 dibujos y 28 fotografías de la colección del Museo Rodin de París. Hasta el 07 de agosto en el Museo de Bellas Artes.

Wednesday, June 08, 2005

Michael Buble Posted by Hello

It's Time: La reencarnación del ring-a-ding kid

Hace aproximadamente un mes me encontré, mientras hacia mi habitual tour televisivo, con un hombre joven vestido de traje oscuro y corbata desanudada que sobre un escenario desconocido cantaba, “For once in my life” de Frank Sinatra. Todo al más puro estilo “Rat Pack”.

Yo me morí...

O lo que es lo mismo, interrumpí mi sagrado zapping para ver el final de este especial y poder descubrir la identidad de ese tipo, que para alguien tan extremadamente anacrónico como yo, es lo más cercano a un espejismo que se puede encontrar.

Y lo descubrí. Este canadiense de casi treinta años es Michael Bublé, un hombre que ha acumulado discos de oro y platino alrededor de todo el mundo al reeditar los éxitos de íconos musicales como Ray Charles, Frank Sinatra y Marvin Gaye. Por ejemplo, la edición especial de su tercer disco “It’s time” (que llegó a mis manos a velocidad crucero) incluye canciones como “I’ve got you under my skin”, “Mack the knife”, “Dream a little dream” , “Can’t buy me love” y “Quando, quando, quando” (si, la misma del comercial de Heineken, para los que no saben de música pero si de cerveza).

Pero ¿qué distingue a este disco y sus dos antecesores (Michael Bublé y Totally Bublé) de cualquier otro conjunto de covers?.

La pregunta dio mil vueltas en mi cabeza y por todos los caminos, siempre llegué a lo mismo: la atmósfera.

Bublé no presenta un remix electrónico de canciones antiguas ni versiones reggaeton de viejas melodías, sino que intenta mantenerse fiel a la esencia, al espíritu de las canciones que interpreta. En pocas palabras, trata de ser más papista que el Papa y lo hace sin ningún asco, mientras trae de vuelta al presente la mítica figura del “ring-a-ding kid”. De hecho, sin ninguna vergüenza ni falsa modestia, en su página web aparece una declaración que dice más o menos así: “Nuestras abuelas tuvieron a La Voz. Nuestras madres a El Rey. Ahora ha llegado Michael Bublé...”

¿Será para tanto? En realidad si. El hombre tiene un repertorio vocal bastante amplio, que puede ir desde un tono similar al de Bono, en el comienzo de “Feeling Good” hasta el sonsonete de baladista pop tipo Ronan Keating, en “Home”, esto pasando por el parecido técnico innegable del fraseo de Bublé en algunas canciones que nos transporta automáticamente a los años treinta y cuarenta, cuando intérpretes como Nat King Cole y Bing Crosby forjaron clásicos inolvidables como “L-O-V-E”, “Guilty” y “White Christmas” por nombrar algunas.

De algún modo, Bublé ha llegado para inyectar nuevo aire en los clásicos del swing. Sabe crear ambiente y parece estar muy conciente que es en ese punto donde su actuación se diferencia de cualquier otro tipo de tributo. El cantante supo entrar en la cabeza de aquellos auditores que adoran este tipo de música, pero que también añoran algo nuevo dentro de ese marco ya establecido.

Su interpretación, sin importar si es en solitario o junto a Nelly Furtado, apela a las noches de cenas y glamour, a los tragos en el Copacabana, el martini, los bronces de las orquestas, las estolas de piel y los labios rojos, las guayaberas en Acapulco, el acento de Desi Arnaz, las boquillas, los sombreros y el smoking. En su música hay algo de esos clubes clandestinos, donde Tom y Dickie en la película “El talentoso Señor Ripley” cantan “Tu vuo fal americano” de Adriano Celentano y saludan con una familiaridad única al pianista negro que sujeta un cigarrillo humeante en la comisura sus labios.

Mucho de eso hay en este disco y en los anteriores también, a diferencia de “Swing while you are winning” de Robbie Williams, por ejemplo, que pese a una espectacular interpretación de “They can’t take that away from me” junto a Rupert Everett, no pasó de ser una gran anécdota en la vida musical del cantante. Bublé en cambio personifica un tributo a todo el ambiente en torno al “ring-a-ding kid”, este personaje extremadamente masculino, amigo de sus amigos, bueno para la juerga, cosmopolita y que exuda estilo, más en el fondo es un hombre que ha sufrido y que siempre-siempre irá por el corazón de la chica, cueste lo que cueste. Y se lo ganará.

Es en cierto modo un personaje similar a la figura del héroe romántico que describe Isaiah Berlin en su libro “Las raíces del romanticismo”, alguien que es tomado por “un rebelde satánico, pero también tiene el corazón de un nativo no corrompido y la vaguedad inconclusa y misteriosa del esbozo”. Es el hombre-hombre, conflictuado, escindido, ese que todavía no ha incorporado su lado femenino, aquel que nunca mudará a una guagua ni lavará un plato, pero que no dudará en ir a zurrarle a aquel que le faltó el respeto a su mujer, hermana, prima, amiga... Una figura masculina, que en su forma más caricaturesca es Sonny Corleone de “El padrino”. Aquel que hace verdad el lema de “En el fondo los americanos son dulces”.

Si, ese del que las mujeres se quejan que no hace el aseo de la casa ni las compras del supermercado, pero que les gustaría que les abriera la puerta del auto...En fin, mejor volver a Bublé.

It’s time incluye también una sorpresa: la primera canción compuesta por el canadiense. “Home”, pese a ser bastante más pop que el resto del disco, no se salva de aquella nostalgia “a la antigua” que poseen las otras pistas. Su letra lleva irremediablemente a acordarse de ese clásico ochentero llamado “Right here waiting” de Richard Marx (aunque con un corte de pelo menos chocopandero). Como la distancia separa a dos amantes que, pese a todo, continúan unidos con el amor como bandera....snif, nada cebolla sino romántico hasta decir basta...


De hecho me parece que cuando la princesa de la boca de fresa estaba con el ánimo por el suelo persiguiendo “la libélula vaga de una vaga ilusión” y el hada madrina le decía todos los días “ en caballo con alas hacia acá se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte...” alguien en el fondo cantaba: “And I know just why you couldnt come along with me, this was not your dream... but you always belive in me...”.

Por lo menos eso me contaron...snif!

Thursday, May 05, 2005

New Look

Tenemos nuevo rostro ciudadanos....
Fernando Botero Posted by Hello

Wednesday, May 04, 2005

Sanitos como guagüita de campo

El lunes 02 de mayo, apareció en Teletrece la historia de una familia de obesos, en la que la madre, con cerca de trescientos kilos a cuestas sufre lo inimaginable para hacer las tareas más cotidianas como vestir a sus hijos o tan sólo levantarse de la cama.

Entre lágrimas, la mujer explicaba todos los males anexos que se han desencadenado a raíz de su voluminoso problema. Según su testimonio, lo peor es ser testigo de cómo su hija de seis años y el resto de la familia van por la misma senda.Conmovidos por el caso, un grupo equipo de sicólogos y nutricionistas se pusieron a disposición de ellos con el fin de poder intervenir y mejorar su calidad de vida.

Esto, porque su ejemplo podría servir para que otras personas en riesgo decidan cuidarse, ya que según un informe dado a conocer recientemente por la OMS, cerca del 60% de los chilenos padece sobrepeso u obesidad y un 25% de los preescolares presentan ya el problema. Todos sanitos y rozagantes como guagüita de campo...¿La recomendación de la nutricionista a los espectadores?. Bueno, la receta mágica, según su experiencia y años de estudio, está en la clásico mantra "comer balanceado y hacer ejercicio".

¿Ejercicio? Mmmm, da para pensar... sobre todo ahora que uno de los deportistas más destacados del continente izó la bandera blanca y derrotado se entregó al bisturí para eliminar esos kilos que, en combinación con otras cosas, lo estaban llevando a una muerte segura. Diego Armando Maradona, Don Diego, pretende mediante un by pass gástrico, llegar a los sesenta kilos en el lapso de un año. Su doctor dice que después de eso, hasta podría jugar fútbol otra vez... con los amigos solamente, claro está. Y sin asado posterior.

Su caso hace tambalear las declaraciones de la nutricionista de buen corazón, ya que Don Diego es el ejemplo perfecto de que ser deportista no implica tácitamente llevar una buena calidad de vida.

Ahora la comida. Aparentemente, el problema de la inflación (abdominal, eso es) tiene relación con la voracidad, y ésta a su vez, con la rutina actual: poco tiempo, mucho trabajo y la acumulación de problemas en la cabeza como si fuese el sótano de una oficina pública. Esto desemboca en una creciente desesperación, stress, rabia o angustia y, para evitar arrancarle la cabeza al cónyuge o al jefe de un solo mordisco, mejor taponearse la boca con un buen completo. O dos. O tres...

De este modo, el estereotipo del “gordo feliz”, cada vez se queda más en el mito, en la fantasía y las personas de “talla grande” actualmente pasan más tiempo midiendose el colesterol e inyectándose insulina que bailando apretado como en los cuadros de Botero.

A tanto ha llegado la desesperación de estas personas, que han surgido casos como el de Caesar Barbar, un estadounidense que el 2002 demandó a varias cadenas de comida rápida “por servir, con pleno conocimiento, comida que causa obesidad y enfermedades y confundir a los consumidores al ofrecer alimentos ricos en grasas, sal y azúcares”. Consultado por su insólita querella en el New York Post, este conserje de casi 125 kilogramos declaró: “El sector de la comida rápida ha arruinado mi vida. Pensé que esa comida era buena. Nunca me imaginé que había problemas con ella”, agregó. Por supuesto los restaurantes hicieron caso omiso de su reclamo judicial, si tan sólo basta mirar el queso de cualquier hamburguesa para darse cuenta que o fue obtenido de una vaca radioactiva, o los coreanos han logrado desarrollar exitosamente gauda acrílico.

A la luz de los dos ejemplos previos, el problema parece ser la distribución inequitativa de los alimentos en el mundo, más que la comida en si y la falta de ejercicio. Esto, porque mientras en ciertas regiones la obesidad, el "vivir para devorar"y este hambre sicológico se transforman en un problema creciente , según cifras de la Unicef cerca de 200 millones de niños en países subdesarrollados están muriendo, literalmente, por no tener qué comer. Ni siquiera queso radiactivo...

Desde esta óptica, pareciera que en uno u otro sentido, el mundo entero está muriendo de inanición. Es el “Hambre en un mundo de abundancia”, como se titula el documento de las Naciones Unidas sobre la distribución equitativa, y estamos todos sin importar nuestra situación, con las tripas rezongando para llenar el vacío que tenemos, ya sea de justicia, de cariño, de tristeza, de libertad, o simplemente de pan.

Tuesday, May 03, 2005

Costanera Norte Posted by Hello

Cirugía plástica urbana a cargo de la Costanera Norte

“Así como hemos sido capaces de ir mirando una ciudad, no me cabe ninguna duda que esta autopista es el inicio de un plan que va a cambiar el rostro de Santiago” dijo el Presidente Ricardo Lagos a principios de abril cuando inauguraba el tramo principal de la Costanera Norte.

Frente a su afirmación, no queda más que coincidir: esta autopista urbana ha significado un lifting en la cara de una parte de nuestra capital, incluyendo el dolor, los moretones, las cicatrices y el resultado demasiado-perfecto-para ser-natural que ha significado su imposición en el paisaje capitalino.

Y es que algo extraño sucede con la Costanera Norte. Por una parte, se ha publicitado como una vía que acorta en un tercio aproximadamente los tiempos de viaje, lo que permitiría cruzar 11 comunas en 25 minutos. Punto a favor.

También su construcción fue acompañada por la incorporación de 60 hectáreas de parque, lo que, aparte de la función estética, contribuiría en algo a barrer el smog del cielo santiaguino. Otro punto a favor.

Y , por qué no decirlo, algo encantador encierra la promesa de una autopista moderna, full tecnología, donde se podrá circular sin mayores obstáculos, de manera ordenada y expedita...Tanto es así que incluso algunos ex detractores del proyecto han caído en sus redes, seducidos por la comodidad que significa esta nueva vía. Un ejemplo de esto es el caso del arquitecto Felipe Assadi, que pese a haber sido un acérrimo crítico de la construcción de esta megavía, al transitar por ella no pudo evitar declarar en Las Ultimas Noticias: “La verdad es que la Costanera Norte me pareció exquisita”.

Pero, pese al “poder de convencimiento” de esta obra vial, las cicatrices del lifting se dejan entrever.

En primer lugar, su construcción le quitó una pista a Avenida Santa María, con lo que, el tránsito por esa vía que generalmente es expedita, se hace insufrible a la hora del taco. Quitémosle el punto otorgado....

Por otra parte, aún hay señales, conos y barreras provisorios, por lo que las vías que no son la Costanera Norte, pero que ineludiblemente han quedado atrapadas en su entorno, cambian de apariencia casi semanalmente, lo que ya no sólo en términos estéticos, sino de seguridad son un verdadero peligro para automovilistas y peatones, en especial en el tramo ubicado en las cercanías del Hotel Sheraton.

Finalmente, aunque hay más áreas verdes, es inevitable pensar en una cancha de golf al transitar por sus senderos y por el remozado Parque de las Esculturas; todo es ordenado, pulcro, correcto, lo que resulta en un contacto con la naturaleza del modo menos natural posible. Tanto es así, que pese a verse bien el manto de pasto que va al lado de la vía, es hasta incómodo acercarse a el, intervenirlo, casi pareciera que se va a desordenar la maqueta que algún gigante puso en el lugar para que los liliputienses pasearan por ella.

El resultado parece ser empate a cero. El efecto lifting (bonito-pero-no-real) de la Costanera Norte sin duda ha dotado de un nuevo rostro a Santiago, tal como dijo el Presidente. Mejor, peor, más feo o más lindo, en definitiva no importa, ya que mientras los peatones critiquen y discutan estos criterios, el resto no podrá escuchar, ya que estará cruzando la ciudad por la trinchera de cemento y con las aguas del Mapocho como música ambiental.

Thursday, April 07, 2005


Richard Avedon, 1980. Posted by Hello

Incomodidad tamaño carnet

Durante seis veranos consecutivos, entre 1979 y 1984, el fallecido fotógrafo estadounidense Richard Avedon viajó por el país del norte para capturar el espíritu del "Oeste Americano".

A diferencia de lo que en un primer momento pudiera suponerse, Avedon no pretendía retratar a los tipos rudos y curtidos como John Wayne ni a los presumidos rancheros de "Gigante".Tampoco a las arregladísimas debutantes sureñas o las reservas indígenas. Buscaba a la gente real que habitaba en los suburbios de ese gran mito de sol, arena y duelos al mediodía construido por Hollywood.

Y asi retrató a esas personas que trabajan en vez de pasar todo el día sentadas en la barra del "Saloon" local o bailando cuadrillas entre fardos de paja y baldes de latón. Asi fueron apareciendo los retratos en blanco y negro de los protagonistas reales de este film: el mexicano ilegal, que pese a trabajar en una torre petrolera, no tiene posibilidades de parecerse a James Dean, la dueña de casa gringa que jamás lucirá remotamente similar a Daisy Duke, de los "Dukes de Hazard" y el agricultor con genes más cercanos a los de Don Francisco que a los de Clint Eastwood.

Todos estos retratos son tomados del modo más minimalista y uniforme posible: todos sobre un fondo blanco, sin paisaje, sin luz artificial, es decir con el menor número de interferencias posibles entre la cámara y la persona.

Lo curioso es que pese a su simplicidad las imágenes resultan increíblemente atractivas, porque de algún modo invitan a ver a la persona que está allí tal como es, como se viste, como se siente cómoda, como su piel refleja la vida que ha llevado es decir , como es testimonio viviente y encierra un discurso propio.

Una de las fotografías más llamativas de esta serie es, en mi opinión, la de James Kimberlin, un hombre que vagaba por la interestatal 18 cerca Hobbs, Nuevo México cuando Avedon tomó su imagen. El vagabundo aparece en su rol, poniendo la cara extraña que se supone tradicionalemnte debiera tener un hombre que deambula por los caminos sin rumbo fijo, pero que curiosamente pareciera coincidir con esa incomodidad que la mayoría siente al momento de posar en una foto.

Y es que basta oir la frase "digan whisky" para asumir inmediatamente una mueca que, si el artista de turno demora mucho, se hace insostenible y a medida que pasan los segundos, ridícula.

Peor aún es cuando se trata de fotos carnet. ¿Será el tamaño el que intimida?. Puede ser, a lo mejor la posibilidad de verse reducido a un formato tan mínimo gatille algo en la corteza cerebral que obliga a los músculos a contraerse en esa clásica expresión de delincuente de baja estofa que adorna por cerca de seis años el único documento que es obligatorio mostrar a la autoridad.

Quizás no están tan equivocadas aquellas etnias que creen firmemente que una fotografía junto con tomar su imagen les roba el alma ya que prácticamente nadie que se ve retratado en algún documento de identidad, que por definición debiera ser la corroboración de nuestra persona, puede afirmar con orgullo y convencimiento "ese soy yo".